Martes 13, segun las leyendas urbanas es un día de mala suerte, no gatos negros, no pasar debajo de escaleras, etc. Curiosamente no hice nada de eso y creo que no ha sido mi mejor dia en mucho tiempo.
Hoy por la mañana me habló la persona a quien le vendí el polvorón (si, ya no lo tengo). Segun entendí, fue a hacer el cambio de propietario y le indicaron que lo que presento como factura no era y que la tenencia del 2005 no tenia el ticket de pago (si hubiera tenido problemas el ticket, cuando hice el cambio de propietario a mi nombre me lo hubieran indicado). Unicamente le respondi que todos los papeles que tenia yo se los entregué, y es la verdad...
No se si la persona que lo atendio le dijo eso para complicarle el tramite o si el no argumento lo suficiente. El punto es que me arruino mi mañana. Si... me puso ideas en mi cabeza que no me dejan trabajar a gusto.
En estricto sentido, en el momento en el que lo vendi, esos problemas ya no son mios, no obstante mi corazon de chicle siempre se contrae cuando siente que otros tienen problemas por causa mia, indirecta o directamente. Nunca he entendido porque me preocupo por cosas ajenas a mi vida.
Siempre quiero hacer las cosas lo mejor, lo mas derechas que se pueda, aun cuando a veces tengo que pagar por errores que no son mios directamente. Alguien me ha dicho que a veces soy muy debil en ese aspecto y por ende los demas pasan sobre mi, tal vez tenga razon. Es algo que no me gusta y quisiera cambiar, pero tampoco puedo evitar esa vocecita dentro de mi que dice: "No seas mala onda, ayuda..."
Con riesgo a que diga algo estupido, honestamente empiezo a creer que el polvorón estaba "salado". Desde que adquirí ese auto (y hasta cuando lo vendi) siempre fueron problemas: retardos en su documentacion, le tuve que dar mas mantenimiento de lo que yo esperaba (cambio de llantas, cambio de discos de freno, cambio de bateria y alternador). Curiosamente, una semana antes de que lo entregara, se le descompuso el elevador del vidrio de la puerta trasera. Recurdo que le comente a mi familia... "Este no se quiere ir".
Por el otro lado, considero curioso el hecho de que cuando entraba en ese auto y lo conducia, no me sentia comodo, me sentia intranquilo y nunca supe la razon. Llegue a pensar que el entendia que no me agradaba mucho y que el sentimiento era mutuo. He tomado otros autos y no me he experimentado nada de esto.
En fin, el punto es que aun ya no estando conmigo, sigue dando lata el canijo. Definitivamente creo que hay algo en ese auto que nunca sabre....
martes, 13 de enero de 2009
El polvorón sigue dando lata...
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